Hoy quiero compartirte algunos tips para la toma de decisiones, cuando no sepas qué decisión tomar.
Confía en tu corazón, en tu intuición. Muchas veces acallamos nuestra voz interna porque escucharla resulta demasiado doloroso y hacernos caso implicaría tomar decisiones difíciles o porque la cobardía nos apodera y pensamos que silenciándola todo será más fácil.
LO QUE YO HAGO ES: Me acuesto y respiro 3 veces profundo, le pido a Dios que me guíe y visualizo esa decisión ya tomada, me imagino cómo sería mi vida con ese cambio y todo lo que eso conlleva, luego espero un ratico para sentir mi cuerpo, que siempre me muestra algo como una opresión en el estómago o en el corazón, una sensación de paz o de angustia, a veces siento incertidumbre o demasiada felicidad, libertad y expansión. Esa guía es maravillosa y muy acertada.
¿Es el momento adecuado? Analiza las ventajas y desventajas de posponerlo o de hacerlo ya. A veces vamos por la vida muy rápido y se nos olvida también ser felices o vamos por la vida demasiado lento, no tomamos decisiones por no querer enfrentar responsabilidades y no salir de la zona de confort. No sé cuál sea tu caso, solo tú y tu corazón lo saben. Ten en cuenta eso y decide según tu manera de actuar.
¿Me hace feliz?, ¿Esta decisión me lleva a la vida de mis sueños?, ¿A la tranquilidad de mi alma? Siempre las decisiones deben ser en pro de tu felicidad y bienestar constante, siendo esto último muy importante porque en ocasiones tomamos decisiones que son de felicidad momentánea y consecuencias desagradables a futuro, que hacen daño a los que más amamos y a nosotros mismos también, en un mediano plazo. Entonces ojo con eso y ten mucha inteligencia y sabiduría.